Not seeing a Scroll to Top Button? Go to our FAQ page for more info. Érase otra vez 2.0: Salva y los 40 ladrones.

Salva y los 40 ladrones.

Érase otra vez un pueblo que a un año de las elecciones generales seguía sin mostrar un ápice de voluntad de cambio político.
Salva, el típico geek acomplejado, decide que es la hora del cambio.

Con la colaboración de algunos de sus compañeros de informática, elaboran una lista con los 40 políticos más corruptos de España, contra quienes proceden a emprender acciones.


Ya era hora de que el mundo viera lo que el pueblo era capaz de hacer.

Crearon una máscara digital que recordaba mucho a Alíbaba, les pareció graciosa la conexión con los 40 políticos ladrones, y un fondo verde, el color de Robin Hood, de Arrow, de la esperanza que iban a devolver a la sociedad.

El holograma de Alíbaba haciendo de las suyasArmados únicamente con la verdad y un don de la palabra que haría temblar al mismísimo Cicerón, emprendieron campañas contra cada uno de los políticos de la lista. Manipulaban la señal de la televisión, la de la radio e incluso conseguían irrumpir vía pop-up en las pantallas de los ordenadores. Nadie debía perderse ese mensaje.

En cada intervención, la máscara anónima hacía un repaso de todas las “hazañas” de los políticos, no dejaban ni un trapo por lavar.

El público, que al principio se enfadaba por el monopolio de las comunicaciones del grupo, se dio cuenta del bien que estaban haciendo, empezó su fenómeno fan, la gente deseaba que aparecieran. Estaban cambiando las mentes.

Una vez acabada la lista, el grupo abandonó el país dejando al pueblo decidir su destino con toda la libertad que les permitía ser conocedores de la verdad.


Fueron haciendo paradas en todos los países que consideraban requerían intervención hasta que consiguieron limpiar la profesión de político, que ya sólo quedaba ocupado por gente con vocación y no interés. 

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