Not seeing a Scroll to Top Button? Go to our FAQ page for more info. Érase otra vez 2.0: Ariadna y el Minotauro

Ariadna y el Minotauro

Érase otra vez una relación acabada. Ariadna se acababa de ir a vivir con Teseo, su novio de toda la vida. Ella esperaba que con la mudanza resurgiera la pasión que parecía haberse disipado un poco con los años.

Tras ver el anuncio de Ikea pensó que redecorando su casa podría redecorar su vida. En este caso, haciendo que la casa de Teseo fuera un hogar, fuera ellos enteramente.


El sábado cogieron el coche y emprendieron la aventura de su vida, salir unidos de Ikea.

El minotauro delante de la puerta de Ikea
Una vez allí, Teseo iba totalmente a su bola, pasaba de ella, miraba sus cosas y no le consultaba nada. Antes de deprimirse, Ariadna adoptó la misma actitud para así por lo menos aprovechar el viaje, pero se alejó lo máximo posible de la zona en la que estaba él.

Dramático el momento en que la chica se da cuenta de que las líneas del suelo no están pintadas. Está perdida en la sección de cocina, lleva media hora dando vueltas y siempre aparece en el mismo sitio.
Como todo laberinto necesita un minotauro, aparece el cuñado de rigor, que empieza a hablarle de sus vacaciones, a enseñarle vídeos ”graciosos” en el móvil y demás menesteres típicos de esta especie tan singular.

Ariadna ya lo daba todo por perdido cuando apareció un chico del staff de ikea que al ver la situación, tiró unos lápices de la empresa en cuya búsqueda corrió el cuñado, porque “es gratis” y acompañó a la chica hasta la salida.


Cuando Teseo llego a casa no había resto de Ariadna ni de sus cosas, lo único que había dejado era una nota en la nevera que decía “La mejor manera de redecorar mi vida es sin ti, buena suerte, chato”.

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