Érase otra vez una joven llamada Isabella, que vivía sola
con su padre, quien trabajaba en la banca. Como consecuencia de la crisis, el
padre acabó arruinándose y sin trabajo. Isabella nunca se había preocupado por
la economía familiar y siempre estaba con sus amigas de fiesta, pero cuando su
padre se arruinó quiso ayudar a su padre, trabajando en una tienda de cupcakes,
no ganaba mucho, pero era lo suficiente para sobrevivir.
Un día, mientras Isabella adornaba los cupcakes, entró en la
tienda un hombre enchaquetado, él la saludo pero ella no lo reconoció.
Fue entonces cuando él le dijo que era Sebestian, un amigo suyo al que hacía años que no veía. No lo había reconocido debido a que había cambiado mucho gracias a la multitud de operaciones a las que se había sometido para mejorar su aspecto físico.
Sebestian siempre había estado enamorado en secreto de Isabella, pero antes de poder confesarle su amor sus padres le cambiaron de colegio porque sufría acoso escolar, sus compañeros de clase llegaron a llamarle “Bestia”. Fue por esto por lo que había decidido operarse.
Fue entonces cuando él le dijo que era Sebestian, un amigo suyo al que hacía años que no veía. No lo había reconocido debido a que había cambiado mucho gracias a la multitud de operaciones a las que se había sometido para mejorar su aspecto físico.
Sebestian siempre había estado enamorado en secreto de Isabella, pero antes de poder confesarle su amor sus padres le cambiaron de colegio porque sufría acoso escolar, sus compañeros de clase llegaron a llamarle “Bestia”. Fue por esto por lo que había decidido operarse.
Isabella y Sebestian estuvieron toda la tarde poniéndose al
día sobre sus vidas, retomando la amistad que habían abandonado hace años.
Pero a pesar de su nuevo aspecto, Isabella seguía viendo a Sebestian sólo como un amigo. Y así fue como fueron felices y amigos para siempre, sólo amigos, desgraciadamente Sebestian siguió toda su vida en la friend-zone.
Pero a pesar de su nuevo aspecto, Isabella seguía viendo a Sebestian sólo como un amigo. Y así fue como fueron felices y amigos para siempre, sólo amigos, desgraciadamente Sebestian siguió toda su vida en la friend-zone.
No creo que Sebestian llegara a ser feliz.
ResponderEliminarSe conformaba con la felicidad de su amada Isabella
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