Érase otra vez Rapunzel, una joven guapísima con un pelo tan largo como el conflicto palestino.
Rapunzel vivía su vida despreocupada. Salía. estudiaba, volvía a salir... lo típico en una joven de su edad.
Pero la alegría tiene fecha de caducidad.
Peter Pan y Disneyland
Érase otra vez un manchego llamado Pedro Pancho. Él vivía
con su novia Guada en una pequeña cabaña en mitad de la nada y tenía por
costumbre salir a jugar con los niños de las otras cabañas, a pesar de su
diferencia de edad.
Pedro llevaba por bandera la frase “forever Young” y su mundo giraba en torno a ella.
Pedro llevaba por bandera la frase “forever Young” y su mundo giraba en torno a ella.
Una Blancanieves moderna
Érase otra vez una joven moderna, blanca como la leche, de
ahí su nombre, con el pelo negro como su café del Starbucks, y siempre llevaba
los labios rojos a juego con la montura de sus gafas de pasta. Ella llevaba tiempo
queriendo un MacBook, pero su madrastra no quería comprárselo, decía que era
demasiado moderno para su gusto.
Salva y los 40 ladrones.
Érase otra vez un pueblo que a un año de las elecciones generales seguía sin mostrar un ápice de
voluntad de cambio político.
Salva, el típico geek
acomplejado, decide que es la hora del cambio.
Con la colaboración de algunos de sus compañeros de informática,
elaboran una lista con los 40 políticos más corruptos de España, contra quienes
proceden a emprender acciones.
Ariadna y el Minotauro
Érase otra vez una relación acabada. Ariadna se acababa de ir a vivir con Teseo, su novio de toda
la vida. Ella esperaba que con la mudanza resurgiera la pasión que parecía
haberse disipado un poco con los años.
Tras ver el anuncio de Ikea pensó que redecorando su casa
podría redecorar su vida. En este caso, haciendo que la casa de Teseo fuera un
hogar, fuera ellos enteramente.
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